sábado, 7 de diciembre de 2013

Danilo deja atrás adicción a bajos salarios

La decisión del presidente Danilo Medina de aumentar hasta RD$15 mil los montos que reciben maestros pensionados y jubilados emocionó al país como un mensaje subliminal para su régimen, sus agencias y el sector privado donde prevalecen salarios mínimos muy por debajo de ese monto.
Al disponer la medida, que la tenía en secreto, el presidente Medina no solamente ha contribuido a solucionar un problema de vida para los veteranos maestros que consagraron todo su tiempo a la educación, sino que sugiere que el salario mínimo del país debe ser 15 mil pesos.
Al mismo tiempo de hacer una obra de justicia, el presidente extendió una muestra de consideración a la Asociación Dominicana de Profesores, ADP, que durante años reclamó aumentos salariales para los maestros activos y retirados, y que a veces pareció en la oposición.
Medina sigue la política de mejorar los sueldos deprimidos por lo que ya cumplió con los maestros, médicos, enfermeras y agrónomos que devengaban salarios muy bajos para cumplir tareas de enorme responsabilidad como es la de cuidar la educación, salud y alimentación.
“Esto me resuelve la vida, porque tengo problemas con mi salud y ahora voy a poder comprar mis medicamentos”, dijo a los periodistas en el salón de las Cariátides del Palacio Nacional, donde se celebró el acto, la profesora Esther Pérez Mercedes, de Dajabón.
Los cínicos, que hablarían si se hace o si no se hace, dirían que el presidente Medina está cuidando su base política y social con el apoyo del 80% de los ciudadanos según dicen encuestas de aquí y de fuera. Olvidan que Medina más bien cumple promesas de su campaña y programa.
Aumentos a militares
Se anticipa que los próximos aumentos salariales que dispondrá el presidente Medina se harán a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, que al decir de todos los que actúan en la vida pública, reciben sueldos de vergüenza para sus grandes atribuciones.
Alguien cercano al Palacio Nacional comentaba en privado que el régimen de Medina está haciendo “de tripas corazón”, con un presupuesto modesto. La semana pasada entera el gobernante se la pasó viajando al campo para inaugurar o disponer la construcción de obras.
El pasado lunes el gobernante inauguró la carretera de San Pedro de Macorís a La Romana, que forma parte del Corredor Vial Turístico del Este y el martes fue a La Barquita para dar apertura del proyecto habitacional La Nueva Barquita, que tendrá 1,600 bloques de apartamentos. En esos apartamentos serán alojados 5,500 personas que desde hace 30 años habitan los sectores llamados La Barquita de Los Mina, Barquita de Sabana Perdida y Los Arreguindaos que sufren tribulaciones por las inundaciones que provoca el río Ozama en épocas de lluvia.
Para cumplir una promesa de su campaña, Medina viajó el miércoles a San José de Ocoa para inaugurar la carretera Puente Sabana Larga, de 24.6 kilómetros, el camino vecinal Ocoa-Sabana Grande y el asfaltado de diecisiete sectores de la provincia, solicitada desde hace 40 años.
La terminación de obras grandes y de mediano tamaño reclamadas por las comunidades y los aprestos para aumentar la matrícula de los comités político y ejecutivo de su partido, PLD, han levantado celos y resquemores que no son disimulados, pero que no distraen al gobernante.
Esos celos se están agitando por la comparación entre los regímenes del doctor Leonel Fernández, de tres períodos (12 años) y el de Medina, inaugurado en agosto del año pasado (15 meses). La II línea del Metro está detenida por falta de recursos, lo que ha provocado disgustos.
Medina, quien ha evitado los temas políticos durante sus 15 meses en el poder y ha sido defendido a veces por su adversario de las pasadas elecciones, el expresidente Hipólito Mejía, también al parecer ha guardado discreción respecto a los tejemanejes en el PLD.
El pasado jueves recibió a representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de visita en el país a propósito de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, tomando distancia en alguna medida de voces estridentes y críticas dentro del mismo gobierno, y situándose, como estadista, de acuerdo con sus responsabilidades. 
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BAJOS SALARIOS EN TODOS LOS GOBIERNOS

La adicción a los bajos salarios ha sido una constante en la República Dominicana desde que se suprimieron los sindicatos a sangre y fuego durante el régimen de 12 años del doctor Balaguer, época en la cual prevalecía el pacto de condiciones de trabajo obreropatronos.
En seno de la administración pública hay tantos diferentes salarios que no parece obedezcan a la ley 105, del 6 de agosto de 2013, un amasijo de disposiciones que asigna sueldos al presidente de la República (RD$450 mil), y a los de ministros, magistrados y otros funcionarios.
El salario del presidente es mucho más bajo que los que devengan el gobernador del Banco Central, el administrador del Banco de Reservas, el superintendente de Bancos y otros funcionarios de categoría comparable. La ley establece una revisión salarial bianual que está por verse en el 2015.
Se estipulan en la misma, viáticos, gastos de combustibles y otros aportes para los funcionarios y empleados que se desplazan al interior del país para asignaciones, pero no se cumple, porque viejos reglamentos difieren y sus alcances se remontan a décadas pasadas.
El salario mínimo de la administración pública varía mucho. Todavía prevalecen sueldos de 10 mil pesos o menos en departamentos importantes y menores que los mínimos en las alcaldías.
Hasta hacedores de opinión pública se anotan en la lista de los adversarios de mejorar los salarios, que siguen la línea del sector privado.
Hace días el Banco de Reservas informó que por cuarto mes consecutivo y por primera vez en su historia, logró beneficios netos superiores a los RD$500 millones mensuales, para acumular en lo que va de año un total de RD$4,023 millones, equivalentes a un incremento de 146% respecto a octubre del año pasado.
Eso nada tiene que ver con los salarios que se pagan en esa empresa, pese a que por las manos de los funcionarios y los cajeros se tramitan y cuentan millones de pesos al día que permiten prestar a otras instituciones y al gobierno para solventar sus apuros. En 12 años los salarios no fueron mejorados.
Hace poco el presidente norteamericano, Barack Obama advirtió que el sueño de su país está en riesgo debido a la creciente desigualdad económica y comparó los niveles de inequidad con los que prevalecen en Argentina o Jamaica.

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