El electorado dominicano se muestra mucho más estable que en años anteriores, lo que a su vez, constituye un reflejo de la estabilidad del sistema de partidos. Así lo afirma una investigación del Observatorio Político Dominicano (OPD-FUNGLODE).
La investigación destaca que las tendencias encontradas muestran que en República Dominicana no cabe hablar de un cambio en el sistema político que lleve a la desaparición de partidos relevantes, ni siquiera la situación de crisis interna que ha experimentado el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
“El PRD, más temprano que tarde, se ha recuperado de todas sus crisis, siendo capaz de retornar al poder. Lo hizo tanto con la salida de expresidentes del partido, como de expresidentes de la República (Bosch y Majluta). Por eso, no llamaría a sorpresa que ese partido vuelva a presentar una recuperación vertiginosa, pues la tendencia que ha mostrado en los últimos procesos electorales apunta a que, con giro al consenso, ese partido tiene buenas probabilidades”, pondera el análisis.
En tal sentido afirma que “Las crisis del PRD no han generado una disminución en la fragmentación del sistema de partidos. En 1990, por el contrario, el PLD tuvo un virtual empate con el PRSC. De hecho, el PLD fue el partido más votado, el PRSC se impuso con el aporte de los aliados, dando paso a una de las elecciones más reñidas de la historia, con un margen de victoria de 1.26 %”, resalta el estudio.
Finaliza el estudio sosteniendo que: “Aunque los partidos son fuertes ‒y esto es un indicador de estabilidad democrática‒, se hacen necesarios mecanismos para reducir cada vez más la incidencia de la denunciada presencia de prácticas clientelares y la corrupción administrativa en la vida política. A la vez, se necesitan mecanismos que propendan a garantizar la democracia interna de los partidos. En ese orden, una ley de partidos políticos con las cláusulas correctas es hoy de suma importancia”.
Sobre la investigación. La entidad indica que el estudio se hizo en base al esquema Sartori, que analiza los principales indicadores verificables del sistema de partidos políticos dominicano relacionados con su número y competitividad, y encontró que”.
Igualmente, constató que la evolución del número efectivo de partidos, tanto calculado a partir de las alianzas como de los partidos individualmente, muestra que los movimientos en el sistema no se alejan del pluralismo.
Asimismo, identificó que las dos mayorías legislativas consecutivas del PLD aun no son señal suficiente para considerarlo ni siquiera como partido predominante y verificó que las elecciones presidenciales muestran un aumento progresivo de la competitividad electoral, en tanto que las elecciones son cada vez más reñidas.
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