lunes, 16 de diciembre de 2013

Dominicanos en Haití rechazan nieguen nacionalidad a descendientes haitianos

PUERTO PRÍNCIPE (Haití).- Dominicanos y dominicanas residentes en Haití manifiestan su rechazo con la parte de la sentencia del Tribunal Constitucional de su país que tiene que ver la negación de la nacionalidad a descendientes haitianos, aunque se expresaron de acuerdo con la regularización del resto de inmigrantes indocumentados.
Miguel Enrique Martínez Molina, presidente de la Asociación de Dominicanos Residentes en Haití, organización que  coordina y mantiene contactos con todos los dominicanos residentes aquí, sirvió de vocero de sus compatriotas en suelo haitiano.
Martínez Molina dijo que está en total desacuerdo con la negación de la nacionalidad a hijos de haitianos nacidos en República Dominicana.
Martínez Molina, criado en Barahona pero nacido en la capital dominicana, afirmó que sus abuelos son haitianos, y que por tanto él sería afectado con la sentencia del TC.
“Yo también como dominicano sería una persona sin nacionalidad’’, expresó.
Reconoce que la sentencia 168-13 va a afectar no solamente a los haitianos, sino que también es una decisión que tocará a gente de otras naciones.
Asegura que a todos los extranjeros que están ilegalmente en República Dominicana, esta sentencia les da la oportunidad de regularizar su situación.
Alrededor de unos 10 mil dominicanos y dominicanas viven en Haití, según informaciones compiladas. El número aumentó en los meses que siguieron al terremoto que  asoló a este territorio en enero de 2010.
Los dominicanos aquí se destacan por una disciplina de trabajo, y disponen de salones de bellezas, técnicos y trabajadores de la construcción e ingenieros, talleres de mecánica, hay médicos, y también mujeres dedicadas a la prostitución. 
D Óleo Consuelo, una dominicana originaria de San Juan, al sur de la República Dominicana, es propietaria de un salón de bellezas en Petion-Ville, comunidad localizada acerca del Puerto Príncipe.
Ella también está en desacuerdo con la sentencia que  convierte en “apátridas a miles de ciudadanos dominicanos de origen haitiano”.
“No estoy de acuerdo. Soy una persona que quiere que mi país hace cosas por el bien de la gente’’, afirmó Consuelo que dice que los haitianos no maltratan aquí a los dominicanos.

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