sábado, 14 de noviembre de 2020

"Balaguer era el pitcher y Bosch el catcher"




Terminada la Guerra Civil de 1965, durante el Gobierno Provisional de nueve meses del Doctor Hector García Godoy y en medio del caos, la anarquía el terrorismo de la postguerra, se inició la campaña electoral y la organizacion de los comicios del 1ero de Junio de 1966, con la participación de Balaguer, Bosch llegados del exilio y Bonelly. 


Las elecciones de 1966 fueron pactadas entre Bosch y Balaguer. Bosch sabía que era parte beligerante del conflicto que provocó la Guerra Civil de 1965; y por tanto, sabía que no era “la solución"; por eso no hizo ningún esfuerzo en la campaña electoral para alcanzar el poder.


Con su participación en las elecciones de 1966, Bosch, legalizó el certamen electoral y el triunfo de Balaguer; nunca hizo alardes de retirarse del proceso electoral a sabiendas de que no le favorecían, que los perdería de Balaguer, que era el favorito de los Estados Unidos.


Con su participación en las elecciones de 1966 implícitamente Bosch también renunció definitivamente a sus legítimos derechos constitucionales como Presidente de la Republica por el período 1963-67 adquiridos por voto popular en las elecciones de 1962


Bosch sabía que no contaba con el beneplácito de Washington que apoyó su derrocamiento en 1963 e impidió su retorno al poder en 1965 con una Intervención militar.


Era obvio, que sin el beneplácito de los Estados Unidos nadie podía gobernar un país en el continente bajo el contexto internacional de "la Guerra Fría"; y sobre todo, ante la amenaza anunciada de "Guerra Popular" en la República Dominicana y el peligro inminente del establecimiento de otro estado comunista en América.


Además los sectores empresariales, la prensa, el clero catolico, y los sectores militares que participaron en su derrocamiento en 1963, y se negaron a su retorno en 1965, estaban intactos y está vez se vieron forzados circunstancialmente a apoyar a Balaguer. 


Bosch no tenía interés de ganar esas elecciones de 1966, porque también sabía que era inminente la represión para restablecer el Principio de Autoridad y restaurar el orden público; para ello había que desmantelar a los grupos subversivos procomunistas que luchaban desde la clandestinidad dentro del contexto de "la Guerra Fría"  para establecer un régimen comunista en la Repuniica Dominicana.


Sencillamente, para Bosch no existían las condiciones favorables en 1966 para ganar esos comicios y gobernar establemente luego de una Guerra Civil y en medio de “la Guerra Fria” por esas razones pactó con Balaguer.


En mayo de 1965, Bosch estaba totalmente a la defensiva y forzado a negociar en Puerto Rico con los emisarios del Presidente Johnson; no solo porque se ejecutaba “la Operación Limpieza” en la parte norte de la capital; sino por al hecho, de que el Coronel Caamaño con su ejército estaba cercado por un cordón de seguridad tendido por las tropas interventoras norteamericanas en la parte baja de Santo Domingo.


Bosch estaba impactado porque nadie previó que la sublevación militar del 24 de Abril de 1965 para reponerlo en en poder desembocaría en una sangrienta Guerra Civil y en una intervención militar norteamericana.


Los resultados de la Guerra Civil  fue catastróficos para el país, demoledores para la Economía Nacionsl  y desastrosos para la convivencia pacífica, con más de cinco mil almas muertas en cuatro meses, las Fuerzas Armada divididas en bandos irreconciliables, civiles y militares llenos de odios y resentimientos, grupos extremistas de izquierda armados  y paramilitares de la ultraderecha cometiendo actos de terrorismos durante toda la Postguerra.  


Eso impactó emocionalmente en las decisiones de Bosch de no retornar, ni buscar el poder.


Los documentos desclasificados de la Casa Blanca revelan que el Subsecretario de Estado Thomas Mann, representante del Presidente Johnson, Cyrus Vance y McGeorge Bundy altos funcionarios del Departamento de Estado, gestionaron un arreglo entre Bosch y Balaguer para buscarle una salida rápida, institucional y electoral a la crisis bélica de 1965.


Esas gestiones fueron comunicadas por Thomas Mann a los Jefes Militares de la epoca en una reunión celebrada a principios de mayo de 1965, en la Base Aérea de San Isidro.


Mann advirtió a los Jefes Militares “que no habría solucion  militar a la Crisis Dominicana” y que debían aceptar y respetar los resultados de esas gestiones de paz que hacían; no a título personal, sino en nombre del Presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson.


A partir de 1966, para mantener la estabilidad política en la República Dominicana, Balaguer desde el poder concentró en el Partido Reformista a los sectores de la derecha conservadora; y como contrapeso, Bosch desde la oposición concentró en el PRD a los sectores moderados de la izquierda. 


Los partidos del sistema democrático como el PRD. el PLD, el Revolucionario Social Cristiano, el Mida, PQD, MCN, PDP, FNP y otros partidos que adversaron a Balaguer desarrollaron sus actividades políticas libremente dentro del marco de la Constitución, sus locales permanecieron abiertos a su militancia, realizaron protestas pacíficas y civilizadas de acuerdo a las leyes y nunca pudieron mostrar una víctima, “un mártir” o un muerto como consecuencia de “la Guerra Fria”.


La ultraderecha y la extrema izquierda quedaron aislados del sistema democrático, inmersas en la vorágine y el fragor de las luchas armadas clandestinas de "la Guerra Fría" y fueron combatidos y eliminados del escenario nacional durante los Doce Años


Por esas razones, Bosch nunca acepto el apoyo electoral de los grupos extremistas de izquierda ni en 1962, ni en ninguna otras elecciones en las cuales participó; tampoco permitió que los dirigentes de esos grupos subversivos pisaran los locales del PRD y posteriormente los del PLD.


De hecho, en 1970, Bosch regresó al país “a quitarle las garrapatas al Buey que más Jala” una vez el Presidente Balaguer le llamó telefónicamente a Bernidorn, España; para informarle que los servicios de la seguridad del Estado habían descubierto que Rafa Gamundi Cordero y otros dirigentes del PRD estaban reclutado a un centenar de militantes perredeistas para enviarlos a entrenamiento militar al campamento de Caamaño en Cuba. 


Bosch expulsó a Gamundi y a otros dirigentes del partido y le bajó la línea a su militancia advirtiendo que el campamento de Caamaño en Cuba estaba infiltrado por la CIA y los organismos de inteligencia dominicanos. 


Bosch tampoco apoyo la lucha armada clandestina de esos grupos extremistas y radicalizados que combatían violentamente al Gobierno de Balaguer; ni posteriormente  respaldó las guerrillas de Caamaño porque no era partidario de la violencia como método de lucha para alcanzar el poder y logró su propósito de mantenerse al margener de la vorágine de "la Guerra Fría" protegiendo al PRD, al PLD y a sus militantes.


Balaguer y Bosch en 1966 acordaron integrar al gabinete ministerial del virtual gananador de esas elecciones que lo sería Balaguer, a prominentes dirigentes perredeistas. De hecho, así fue.


Balaguer nombró en su gabinete ministerial a tres prominentes dirigentes del PRD, Antonio Martinez Francisco, en Finanzas; Jose A. Brea Peña en el Ministerio de Finanzae; y a otros dirigentes del PRD fueron nombrados en direcciones generales y cargos diplomáticos. 


Los legisladores del PRD ocuparon sus curules en el Congreso Nacional, proclamaron en la Asamblea Nacional a Balaguer como Presidente Constitucional de la Republica y participaron activamente en las discusiones y promulgacion de la nueva Constitución  de 1966.


Solo los grupos de la extrema izquierda alegaron fraude en esas elecciones de 1966, porque no participaron, ni les convenía una salida institucional a la crisis bélica de 1965 para justificar la  Guerra Popuiar y la continuación de las luchas armada desde la clandestinidad, esta vez en contra de Balague


No era la primera vez que Balaguer y Bosch pactaban estratégicamente con fines electorales y políticos.


En 1962, Balaguer apoyo a Bosch contra la Unión Cívica Nacional ordenando "votar blanco" a la incipiente corriente balaguerista concentrada en el Partido Acción Social y mediante la estrategia del "borrón y cuenta nueva"  inducida a la mayoría campesina trujillista a votar también por el PRD.


La estrategia del " borrón y cuenta nueva" la sugirió Balaguer y Bosch la prometió durante la campaña electoral en contraste a la estrategia de castigo a los trujillistas proclamada por el candidato Unión Cívica.


Bosch dividió a la oposición con el Frente de Dignidad Nacional  en 1970 y luego al Acuerdo de Santiago en 1974, lo que facilitó las dos reelecciones de Balaguer. Incluso Bosch y el PLD apoyaron tácticamente a Balaguer en 1978 contra su antiguo partido y archirival el PRD.


Lo cierto es, que mientras estuvo latente la amenaza de una Expedición Guerrillera de Caamaño desde Cuba, y el peligro comunista sobre la República Dominicana, los Estados Unidos apoyaron las dos reelecciones consecutivas del Presidente Balaguer en 1970 y 1974..


Una vez resuelto el problema de las guerrillas de Caamaño que exponian al peligro los intereses norteamericanos en el país; debilitados, desprestigiados y desmembrados los grupos extremista de izquierda por la lucha desatada contra el terrorismo; y amainada la intensidad de "la Guerra Fria" por la crisis económica de la Unión Soviética a principios de la década de los 70's que la obligó a firmar acuerdos de no agresión, de libre comercio y otros acuerdos de carácter económicos y politicos con Estados Unidos.


En ese nuevo esquema del contexto internacional, Balaguer fue perdiendo fuerza y la importancia relativa que tenía en Washington, que decidió con la llegada de Cárter,  sacarlo del poder con el apoyo del sector empresarial, respaldando al candidato conservador  perredeista Antonio Guzman en 1978. 


De manera que desde mucho antes de las elecciones de 1966, los dos principales candidatos tenían conciencia de cuáles serían los resultados finales de todos esos comicios; porque Balaguer era el pítcher y Bosch el catcher.

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