lunes, 24 de enero de 2022

Rafael Méndez le devuelve la pelota a Jaime David por criticar a Leonel Fernández

 



Sostiene que Jaime David Fernández Mirabal no es un producto político "terminado" porque le faltó "cocción"


El exdiputado peledeísta, hoy dirigente del Fuerza del Pueblo, Rafael Méndez, le salió al frente al dirigente peledeísta Jaime David Fernández Mirabal, por haber criticado al expresidente Leonel Fernández, quien abandonó el PLD para fundar el partido Fuerza del Pueblo.


Jaime David Fernández Mirabal, quien fuera vicepresidente de la República en el primer gobierno de Leonel Fernandez y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), 1996-2000, dijo que el expresidente había errado al proclamar que el PLD era una fábrica de presidentes, pues solo produjo se refería a él mismo, y no a los demás dirigentes peledeístas.


A juicio de Méndez, a Jaime David Fernández Mirabal le faltó "cocción" para convertirse en un producto político bien terminado. "Más bien, salió de la fábrica con algunas fallas de origen", expresó Méndez respecto a Fernández Mirabal.


A continuación la respuesta de Méndez a Fernández Mirabal:


Carta Abierta al Dr. Jaime David Fernández Mirabal

“Parece que en el proceso de producción, o de cocción, quien fuera un


producto político, el doctor Jaime David, no quedó bien terminado, más


bien parece que salió de la fábrica con algunas fallas de origen”.


Desafortunado, es el calificativo más considerado con que se debe


calificar las declaraciones del doctor Jaime David Fernández Mirabal,


en las que reitera las críticas al doctor Leonel Fernández por haber


hablado de que el PLD es una fábrica de presidentes.


Con declaraciones reiteradas como la indicada el doctor Fernández


Mirabal luce como un político agotado, repetitivo, escaso de


argumentos y con una muy débil y desfasada interpretación de la


coyuntura en la que a todas luces busca entrar en el debate de


opinión.


Solitario, sin que ningún sector de sociedad mire para donde él, y


mucho menos que lo valoren como un político que pueda liderar alguna


causa, a no ser una competencia de caballito de palos o resbaladera


para ver quién llega primero a la cima de la montaña.


El doctor Jaime David no tiene autoridad moral ni política para sertan reiterativo contra el doctor Leonel Fernández, tomando como desactualizado armamento en torno a lo que en una ocasión proyectará el pasado presidente del PLD.


Ha de suponerse que en su condición de vicepresidente de la República


y luego en la búsqueda de la candidatura presidencial del PLD, el


doctor Jaime David, como producto político fue elaborado en la fábrica


que el ex mandatario Fernández enunció.


Y que es de la primera edición, junto con Felucho Jiménez y Danilo


Medina, quienes compitieron en el mismo certamen interno para los


comicios del 2000, siendo el doctor Leonel Fernández Presidente de la


república.


Parece que en el proceso de producción, o de cocción, quien fuera un


producto político, el doctor Jaime David, no quedó bien terminado, más


bien parece que salió de la fábrica con algunas fallas de origen.


Y que a todas luces, esas fallas de origen, a pesar de que lo


volvieron a introducir al proceso de cocción, no fue posible


corregirlas, de forma tal que de manera airosa entrara a la carrera


del mercado electoral con algunos aditivos que le permitieran ver más


allá de la curva, por lo que no doble a tiempo y se estrelló.


Es por tales motivos, que al parecer, el ex vice y ex miembro de la


Junta Monetaria, anda en busca un culpable de que como producto


político haya quedado chambuqueado, aunque en un tiempo demostró ser


un excelente alumno del doctor David Owen, autor del concepto Síndrome


de Hubris, y por eso proclamado con tanta euforia que tenía muy bien


aprendida la primera lección, pero lo que no aprendió fue la primera


colisión.


Y porque su sobrevaloración le marcaba el camino de seguir para


arriba, más arriba y mucho más, y no subiendo y bajando, como enseña


el librito, comenzó a cosechar los resultados de sus erráticas líneas


de incoherencia, escasa visión de coyuntura, de saber esperar, de


tener coraje, y de ahí que dejara el proyecto a la deriva, sin


importar dejaba a la deriva y frustraba a toda una generación que


creyó en su proyecto presidencial y en él como líder”.


“La experiencia se le sube a la cabeza: empieza a tratar a los


demás, simples mortales corrientes, con desprecio y desdén. Este


exceso de confianza en sí mismo lo lleva a llevar a interpretar


equivocadamente la realidad que le rodea y a cometer errores. Al final


se lleva su merecido y se encuentra su némesis que lo destruye”. Dr.


David Owen “El Poder y en la Enfermedad .Enfermedades de los jefes de


estado y de gobierno en los últimos cien años”, pág., 27.


Lic. Rafael Méndez


Periodista-Ex Diputado

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