Entre risas ocultas, enigma profundo,
la ironía se esconde en el rincón del mundo.
Un juego sutil de palabras y miradas,
que desafía lo obvio y rompe las fachadas.
Burla a lo serio, desvela la hipocresía,
la ironía, en su danza, teje su poesía.
Muestra lo absurdo, lo absurdo que es real,
en un mundo en el que lo normal no es normal.
En su abrazo irónico, nos hace reflexionar,
sobre la vida, la verdad, y cómo suele el ser humano Actuar.
Nos invita a cuestionar lo que damos por seguro,
y a ver el mundo desde un punto más puro.
Así, la ironía, con su toque de sarcasmo y
nos muestra la verdad en su esplendor.
Un espejo que refleja nuestra humanidad,
en su juego de sombras, luces y realidad
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