La candidatura presidencial del 2016 está convirtiendo la alianza política de Hipólito Mejía y Luis Abinader de estratégica a incómoda.La posibilidad que dejó abierta Mejía de volver a aspirar a la candidatura presidencial y la reafirmación de Abinader de que será el candidato de la oposición en las elecciones del 2016, pone a prueba la buena relación que el dúo ha mantenido y sobre todo el futuro del proyecto político Convergencia.
Ambos enfrentaron juntos a Miguel Vargas en la crisis del PRD, pero el hecho de que ahora puedan enfrentarse por el mismo objetivo: la candidatura presidencial, convierte esa relación en incómoda.
Además de que están caravaneando juntos con bocinas a alto volumen que promocionan la candidatura de ambos y la distribución de propaganda, sus estrategas se mantienen nerviosos pendiente del paso siguiente de cada uno.
Incluso en el sector de Abinader cayó mal que Mejía escogiera la fecha del lanzamiento del sector externo para pronunciar un discurso político.
Las tres últimas encuestas han atizado la situación debido a que ambos salen empatados en la preferencia del electorado. La última actividad, efectuada en San Juan, Mejía no asistió porque estuvo aquejado de un virus gripal.
Los voceros de Mejía y Abinader han garantizado que no habrá problemas en ese sector porque ambos están llamados a preservar la unidad del PRD mayoritario, pero eso aún está por verse.
El director de campaña de Abinader, Tony Peña Guaba, advirtió que el proyecto político de Abinader para la candidatura presidencial no se detendrá y que es innegociable y el jefe de campaña de Mejía, César Cedeño ha dicho que están “en la calle del medio”. Peña Guaba sostuvo que en caso de que el exgobernante decida aspirar entonces será necesario definir mecanismos de participación para la nominación a la presidencia en ese proyecto.
Ambos enfrentaron juntos a Miguel Vargas en la crisis del PRD, pero el hecho de que ahora puedan enfrentarse por el mismo objetivo: la candidatura presidencial, convierte esa relación en incómoda.
Además de que están caravaneando juntos con bocinas a alto volumen que promocionan la candidatura de ambos y la distribución de propaganda, sus estrategas se mantienen nerviosos pendiente del paso siguiente de cada uno.
Incluso en el sector de Abinader cayó mal que Mejía escogiera la fecha del lanzamiento del sector externo para pronunciar un discurso político.
Las tres últimas encuestas han atizado la situación debido a que ambos salen empatados en la preferencia del electorado. La última actividad, efectuada en San Juan, Mejía no asistió porque estuvo aquejado de un virus gripal.
Los voceros de Mejía y Abinader han garantizado que no habrá problemas en ese sector porque ambos están llamados a preservar la unidad del PRD mayoritario, pero eso aún está por verse.
El director de campaña de Abinader, Tony Peña Guaba, advirtió que el proyecto político de Abinader para la candidatura presidencial no se detendrá y que es innegociable y el jefe de campaña de Mejía, César Cedeño ha dicho que están “en la calle del medio”. Peña Guaba sostuvo que en caso de que el exgobernante decida aspirar entonces será necesario definir mecanismos de participación para la nominación a la presidencia en ese proyecto.
Mejía y Abinader están en proselitismo continuo
Hipólito Mejía y Luis Abinader no se detienen, a dos años de las elecciones, están de lleno en campaña y ayer estuvieron en el sector El Manguito en la capital. Este fin de semana también continuarán en las marchas-caravanas. La candidatura presidencial del 2016 fue lo que provocó la división del PRD, pero al parecer el sector disidente se fue y cargó con el problema.
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