Sin lado flaco

Luis Encarnación Pimentel 
Tengo entendido que a pedido o sugerencia del presidente Danilo Medina, el licenciado José Tomás Pérez -en su momento solitario y brillante senador  de la capital por el PLDñ estaba supuesto a sustituir al arquitecto Joaquín Jerónimo en la Superintendencia de Pensiones (SIPEN). Digo, estaba, porque ñtal como pretenden o se han propuesto algunos intereses ligados a cúpulas empresariales e industriales con Federico Antún y el BANDEXñ parece que al exlegislador y exaspirante presidencial le han minado la base, por no decir que le habrían serruchado el palo. Se recuerda que en ocasión de cumplir Jerónimo su período de cuatro años al frente de la SIPÉN, del área privada, alguna voz interesada llegó a pedir públicamente que allí no se dejara ni se trajera a un político sino a un “independiente” (¿). El indelicado pedido se sumaba a una oposición inicial de que el Estado utilizara  -aún con todos los controles y con todas las de la leyñ unos 25 mil millones de los fondos de pensiones para construir viviendas económicas para los trabajadores sin techo. Igualito que esa vez, ahora con la iniciativa oficial de destinar por ley 10% de esos millonarios recursos (¿un botín del sector privado?) para capitalizar y poner en marcha al BANDEX, desde la cúpula de la industria se tiene, no solo el atrevimiento de pedirle al Presidente que no ponga al ingeniero Antún al frente de la nueva institución, ni se usen  los fondos de las ARS para lo indicado, sino que se tiene el tupé de sugerir o recomendar que al organismo oficial sustituto del BNV se lleve alguien “independiente” o “ligado al sector exportador”...En pocas palabras, la oposición a que José Tomás vaya a la SIPEN o que Quique vaya al BANDEX no es, necesariamente porque ambos sean políticos, o  uno sea morado y otro colorado, sino porque (y es cuestión de fuertes intereses privados, real y efectivamente los mayores beneficiarios de los fondos de una seguridad social, que de segura y de social tiene poco) quienes los están torpedeando desearían allí a “una cuña del mismo palo empresarial”. ¿Acaso es correcto enviar la carne con el gato? En fin, la cautela del presidente Medina al manejar estos temas no debe llevarlo, ni por asomo, a que muchos vean o crean que le han “doblado el brazo”...¡Que no le vean el lado flaco!